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domingo, 8 de abril de 2018

Basta de estos atropellos


ESTUDIANTES DENUNCIAN AMEDRENTAMIENTO EN INSTITUCIÓN EDUCATIVA DE ARROYITO, DEPARTAMENTO DE CONCEPCIÓN


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El pasado 6 de abril, entre las 10:00 y las 10:30 de la mañana, un helicóptero de la Fuerza de Tarea Conjunta sobrevoló el Colegio Técnico Agropecuario Augusto Roa Bastos de Fe y Alegría, ubicado en el Núcleo 3 de la localidad de Arroyito, Departamento de Concepción.
El helicóptero se detuvo sobre el colegio para tirar volantes que hacen alusión a la búsqueda de miembros del EPP. Si bien es usual que vuelen helicópteros en la zona, en esta oportunidad estuvieron muy cerca, lo que generó una especie de pánico, sobre todo en los niños del 7mo. grado y a dos compañeras que cuentan con dificultades psicológicas ante ruidos muy fuertes, manifestaron.
“Nosotras estábamos afuera conteniendo a las compañeras, otro grupo estaba teniendo clases bajo un árbol, y vienen, se acercan más al techo del colegio, uno de ellos quita su mano y empieza a tirar un montón de papelitos, Estas compañeras no pueden oir ruidos fuertes, porque les atormenta, casi se volvieron locas, empezaron a gritar por el ruido exagerado del helicóptero y los niños del séptimo grado se asustaron todos según nos contó el profesor que estaba con ellos. Hubo una distracción tremenda”. (Entrevistada 1, 17 años)
“Prácticamente es común para nosotros porque continuamente pasa eso. Esta vez pasaron como a dos metros encima de nuestra aula, subió un poco más, tiró su propaganda, da la vuelta y casi choca con una antena, le esquivó, y volvió de nuevo, se queda entre los dos pabellones, uno de ellos abre la ventanilla y tira los papeles, y eso empezó a levantar mucho polvo, a empujarnos, por la fuerza que tienen las hélices del helicóptero”. (Entrevistado 2, 18 años)
Los jóvenes relataron que esto no ocurre solo en el Núcleo 3, sino también en las escuelas de los otros núcleos. Manifiestan su indignación e impotencia ante estos hechos ya que violan su derecho a la educación en un ambiente de paz, lo que consideran como un amedrentamiento, porque en la práctica invadieron la institución educativa. Expresan lo injusto de este tipo de situaciones que genera miedo, pero dicen también que ya no se debe guardar silencio, porque ya no podían siquiera divertirse y ahora ya ni pueden estudiar tranquilos.
“No sólo pasa eso con nuestro Colegio, también a las otras escuelas hacen lo mismo (…). Como joven me siento impotente ante estos casos, no es la primera vez que recibimos esta clase de amedrentamiento y ya no deberíamos de callarnos como jóvenes, es una injusticia lo que estamos viviendo. Ahora ya ni podemos estudiar tranquilos, porque divertirnos tampoco se puede. La mayoría tiene miedo de salir a hablar, prefiere callarse y tampoco ya se puede porque queda en el “Oparei”. (Entrevistada 1, 17 años)
“A mí me indignó demasiado porque estábamos desarrollando nuestra clase, atropellaron nuestro derecho a estudiar en un ambiente pacífico y prácticamente estaban invadiendo una institución educativa, sin ningún aviso, sin ninguna autorización”. (Entrevistado 2, 18 años)